No tengáis miedo.
Si sois jóvenes tentados
por el miedo,
si lo nuevo os aterra,
si os habéis
acostumbrado a la rutina,
si no sabéis por donde
vais,
si os espanta todavía la
cruz...
¡No tengáis miedo!
¡Está vivo y camina,
como Señor, delante de vosotros!
Si vuestros ojos se
llenan de sueños,
si no veis nada detrás
de los cosas,
si la realidad sólo es
lo que veis,
si buscáis y sólo
encontráis la frialdad del silencio,
si clamáis y Dios no os
responde al instante...
¡No tengáis miedo!
¡Está vivo y camina,
como Señor, delante de vosotros!
Si el cansancio os
abruma,
si la palabra no os dice
nada,
si las palabras os
faltan,
si no encontráis las
razones
para vivir tantas veces
buscadas,
si habéis perdido la
ilusión,
si ya todo es noche sin
chispa de luz...
¡No tengáis miedo!
¡Está vivo y camina,
como Señor, delante de vosotros!
Si sentís el corazón
triste,
si ya no veis las
flores,
si sólo escucháis cantos
de derrota,
si ya no quedan lágrimas
en vuestro lagrimal,
si tenéis ya la ventana
abierta para arrojar todo,
si ya no hay esperanza
para vuestra desesperanza...
¡No tengáis miedo!
¡Está vivo y camina,
como Señor, delante de vosotros!
Javier Leoz
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